Volver a lo natural.

Estoy saliendo de a poco de mi cueva, dejando de lado mi ogra interna, trato de no tirarle tanta mierda al mundo, pero las dicotomías son tan fuertes, el ser humano arruina tanto lo verdadero, la naturaleza, estamos tan distanciados de la bondad y la generosidad verdaderas.
Deberíamos dejar todo de lado y ser de nuevo animales, desechar ese concepto peyorativo que tenemos de ellos, asumir que nosotros también lo somos y disfrutar plenamente de vivir en armonía con la naturaleza, botar las barreras de la cultura y la sociedad, des evolucionar, volver a lo natural.
Las corazas que nos envuelven ocultan lo verdadero, lo importante, no mostramos lo que realmente somos, seguimos las tendencias, la moda, religiones, política, superestructuras que gobiernan nuestras mentes, nunca seremos libres.
La vorágine me asfixia, todo da vueltas tan rápido, nadie se preocupa del bien común, solo de los grandes intereses económicos, nadie se preocupa por la bondad, solo acarician el ideal del placer propio, creo que no somos una especie superior, creamos y destruimos en vez de adaptarnos y vivir en armonía.

Libertad

La libertad es ser parte del todo siendo nada, ser aire y cosmos, no hay cuerpo solo pensamientos expansivos que lo abarcan todo, ideas como nubes, nada es nadie y todos somos todo.
La realidad y el tiempo no existen, son falsas creaciones de nuestra mente dormida, subyugada por nuestros cuerpos intrascendentales, las cosas no se sienten, los átomos ya no oprimen, eres uno con la masa y la masa ya no existe.
Dios ha bajado para unirse a la fiesta, es energía y nos alimenta con su inmaterialidad, no es nada y lo es todo al mismo tiempo, gotas de colores que se oyen y cantos que se ven, el ha traído sinergia a nuestros sentidos, pero el no existe como nosotros tampoco, es la alegría mas apabullante, ¡todos somos parte de la nada y del todo a la vez!