domingo, 16 de noviembre de 2014

El olvido

El olvido llama a gritos tu nombre y tú no estás ahí para enfrentarlo. Viviste tu vida bajo tus propias reglas, siempre sola, desconectada de lo que el mundo podría pensar de ti, apartada en lo más profundo de las enredaderas de tu alma, intoxicada en la soledad más tierna. El olvido te busca y no logra llegar a donde se tejen tus redes salvajes llenas de pudor y sabiduría. El amanecer se pierde entre las nubes de tus ojos y los arreboles colorean las mejillas de tu alma, mientras tu mirabas las olas de la vida pasar por tu ventana el olvido te llamaba. El olvido quiso olvidarse de ti, pero tú siempre estuviste olvidada.

viernes, 22 de agosto de 2014

Pestañas

Hay un vacío tan inmenso en mi alma, corazón y mente. Nadie ha logrado llenarlo, es más, nadie ha logrado penetrar las barreras que se interponen entre mi coraza y mi real yo. Lo que más deseo es alcanzar esas pestañas perfectas que no existen y que solo tú posees. Pero, ¿esas pestañas llenaran realmente mi vacío? Siento que el tiempo pasa y no hago nada para alcanzarlas, están ahí, suspendidas en tus ojos distantes e inexplorados aún por mis pupilas asustadas y eternas. El tiempo pasa y sigo pegada en el nido, con miedo a despegar, con los temores a flor de piel, encerrada en la cueva eterna y perfecta, amarrada por la manta de seguridad bloqueando lo que quiero lograr. Las enredaderas crecen y se marchitan cada vez más rápido y yo sigo aquí detenida, esperando aún que todas las añoranzas se cumplan, y las espero sin mover ni un ápice de mi cuerpo. Tus pestañas cada vez están más lejos y el anhelo de besar tus ojos y llegar a lo más profundo de nuestras almas se desvanece como cada día, enredadera, hoja y nube que pasa por mí mirar. Siento que cada vez me aferro más al nido, al origen, a lo seguro, a los miedos; mis defensas no bajan y no dejo lugar para lograr llegar algún día a conocer las montañas que se esconden tras tus aterciopeladas pestañas.