viernes, 22 de agosto de 2014
Pestañas
Hay un vacío tan inmenso en mi alma, corazón y mente. Nadie ha logrado llenarlo, es más, nadie ha logrado penetrar las barreras que se interponen entre mi coraza y mi real yo. Lo que más deseo es alcanzar esas pestañas perfectas que no existen y que solo tú posees.
Pero, ¿esas pestañas llenaran realmente mi vacío? Siento que el tiempo pasa y no hago nada para alcanzarlas, están ahí, suspendidas en tus ojos distantes e inexplorados aún por mis pupilas asustadas y eternas.
El tiempo pasa y sigo pegada en el nido, con miedo a despegar, con los temores a flor de piel, encerrada en la cueva eterna y perfecta, amarrada por la manta de seguridad bloqueando lo que quiero lograr.
Las enredaderas crecen y se marchitan cada vez más rápido y yo sigo aquí detenida, esperando aún que todas las añoranzas se cumplan, y las espero sin mover ni un ápice de mi cuerpo. Tus pestañas cada vez están más lejos y el anhelo de besar tus ojos y llegar a lo más profundo de nuestras almas se desvanece como cada día, enredadera, hoja y nube que pasa por mí mirar.
Siento que cada vez me aferro más al nido, al origen, a lo seguro, a los miedos; mis defensas no bajan y no dejo lugar para lograr llegar algún día a conocer las montañas que se esconden tras tus aterciopeladas pestañas.
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