No quiero pertencer.

Aquí me encuentro en mi hoyo, llueven las palabras deshechas en mi mente, cae la lluvia antes los ojos de ciegos aparentes.
Ríos suben, bajan y cruzan las fronteras enterneciendo al más impuro de los corazones, esas lágrimas fluyen con la pena de un huracán por los desiertos hambrientos de palabras ajenas.
Busco en mi soledad la paciencia, tranquilidad y sapiencia para llegar a salir de mi encierro, ese que tal vez no quiero abandonar por miedo, angustia o simplemente ya que soy un ente solitario.
Quizás todos debemos ser así y ustedes son los que me obligan a buscar un camino acompañada, puede que seamos menos gregarios de lo que pensamos pero tememos a estar solos con nuestras ideas, miedo a que nos dominen y que no sepamos que cosas forman parte de la realidad y cuales no.
Empezó como un poema pero al parecer terminará como una declaración de principios: No quiero pertenecer, entiéndalo ya, no quiero ser parte de la sociedad ni de la cultura, solo quiero ser yo y explorar mas allá de los limites de mi imaginación.

Rimas sin sentido

Yo no elegí estar aquí ni como estoy, no es tan malo pero podría ser mejor.
Dos personas que por amor se unieron y de esa unión nació una familia, una historia, lo que debió ser pero nunca fue.
Ya pasó, ya estoy donde voy, ya soy lo que fui y ya seré lo que nunca vi, mi pasado ya hizo mi presente y mi presente ya no existe, mi pasado siempre en el presente haciéndose el ausente.
Tantas rimas sin sentido y feas desde el sonido, ahogándome propiamente sin rencor, ojos senescentes.
La hora pasa día a día sin minutos a los cuales aferrarme, ¿hacerme una terapia y cambiar? Toda esta mierda esta muy mal, pero siempre vuelvo a ella y este blog me hace pensar en la belleza que tiene mi dolor, cada palabra es un mundo y en cada mundo esta mi salvación.
La belleza de los trazos simples de mi mente, de mis penas y recuerdos, lo bello y lo eterno en líneas y retazos, en el arte se funden la melancolía, lo bueno, lo malo, lo amargo.
Sabores y colores dentro de mi universo virginal, ensimismarme por siempre y no dejar que nadie rompa mi paz, no quiero otros sabores ni colores que salgan de otra verdad, ríos indolentes váyanse ya.
Ojo por ojo, diente por diente, yo sigo con lo mío y el resto en lo otro, me voy y nunca me veras…

Admito que...

Admito que debería estar estudiando psicofisiología pero al parecer la acetilcolina se me acabo, admito que me gusta mirarle el trasero al profe de ese ramo (no te rías Elella, a ti también) pero el de Berger es mejor. Admito que tengo pocas amigas pero amigos creo no tener, admito que pienso que no hay hombre para mi pero me gusta ser mujer, admito que he pensado en el suicidio pero nunca lo llegue a cometer, admito que me carga ser una floja pero dormir es lo mejor, admito que me gustaría haber sido huérfana pero que me mantengan no esta mal, admito que soy adicta a Pet society pero a Facebook también, admito que extraño a mis padres pero la soledad me sienta bien, admito que me dan miedo los temblores pero el calentamiento mundial me preocupa más, admito que te quise pero agradezco que tu no lo hubieras hecho como yo, admito que amo a los gatos pero los perros me producen cierta aversión, admito que quise ser lesbiana pero no me resultó, admito que traté de encajar pero salió todo mal, admito que no quiero nada de drogas pero quizás, admito que necesito a alguien que me quiera como soy pero al parecer nadie lo hace por amor, admito que me siento sola e incomprendida pero siempre ha sido así por lo que no está tan mal, admito que me gustaría desentenderme de todo lo que me ata a la moral pero no me gusta errar, admito que quiero morir joven pero no me quiero matar, admito que soy vegetariana pero me baño una hora y mato millones de ácaros, admito que mato a las moscas y zancudos pero después me siento mal, admito que me gusta el acento peruano pero no me gustaría ser de allá, admito que tengo mala ortografía pero no haga nada por mejorar, admito no tener futuro pero trato en ello no pensar, admito que esto parece corriente de la conciencia pero es entretenido escribir sin pensar, admito que ya me aburrí y me duelen las manos pero no voy a parar, admito que creo que las comas deberían ir antes del pero pero no lo voy a cambiar, admito que a veces odio mi vida pero no hago nada para avanzar, admito que esta semana fue una mierda pero me ayudará a madurar, admito que nunca escribo cosas tan largas pero el que lo lea se choreará, admito que esto no tiene lógica pero quiero saber si alguien lo leerá.

Tal vez ni siquiera me duela.

No se que hacer con mi vida…había recuperado el rumbo, pero lo perdí de nuevo.
Estoy cansada de sentirme así, sola, perdida, cansada y diferente, odio no poder relacionarme normalmente con la gente.
En mi vacío no encuentro palabras que me encaminen al desahogo, no creo en las personas que me rodean, en sus miradas ni en sus huellas.
Veo todo bajo un velo de pesimismo, siento el peso del mar sobre mí, me llena de aire las venas y crea nubes en mis pulmones amarrándome a esta eterna incertidumbre.
En estas líneas y también en las anteriores plasmo toda mi hiedra, esa que cubre mi mente como vil enredadera. De ella emergen los más atroces insectos que pueden habitar el corazón de cualquiera, la perversión de mis sentidos la pudrición de mi destino.
Desholléjame, párteme y quémame, no merezco nada y no soy nadie, así que tal vez ni siquiera me duela.

¿Feliz?

Al parecer tengo los cables de las emociones cruzados…. ¿feliz?....no creo conocer muy bien esa palabra, la he oído mucho desde siempre, es algo que la gente pretende alcanzar, pero lo que me intriga es si ellos saben lo que conlleva serlo.
Melancolía, meditación, “filosofar” en un día nublado mirando las hojas caer, eso para mi es ser feliz, vivir plenamente tu dolor, llorar la sangre seca de la agonía, pensar y soñar despierta todo el día.
No creo en esa felicidad de película, es falsa y vacía, prefiero mi burbuja infantil de sueños y proyectos lejanos, preguntarme el porque de la vida, si las olas son azules, como nacemos, como la gente se vuelve vieja, de donde viene toda mi fantasía.
Quiero sentir plenamente mi rara vida, no me entiendo, me gusta estar loca y no pertenecer a nada ni a nadie, me gusta volar por los horizontes de lo que no es y lo que tal vez sería.