lunes, 27 de abril de 2009

No quiero pertencer.

Aquí me encuentro en mi hoyo, llueven las palabras deshechas en mi mente, cae la lluvia antes los ojos de ciegos aparentes.
Ríos suben, bajan y cruzan las fronteras enterneciendo al más impuro de los corazones, esas lágrimas fluyen con la pena de un huracán por los desiertos hambrientos de palabras ajenas.
Busco en mi soledad la paciencia, tranquilidad y sapiencia para llegar a salir de mi encierro, ese que tal vez no quiero abandonar por miedo, angustia o simplemente ya que soy un ente solitario.
Quizás todos debemos ser así y ustedes son los que me obligan a buscar un camino acompañada, puede que seamos menos gregarios de lo que pensamos pero tememos a estar solos con nuestras ideas, miedo a que nos dominen y que no sepamos que cosas forman parte de la realidad y cuales no.
Empezó como un poema pero al parecer terminará como una declaración de principios: No quiero pertenecer, entiéndalo ya, no quiero ser parte de la sociedad ni de la cultura, solo quiero ser yo y explorar mas allá de los limites de mi imaginación.