viernes, 1 de julio de 2016

Fantasmas


A veces veo a Natalia en el andén, va cabizbaja pensando en que hacer, la vida se le pasa y comienza a llover. Le digo que las gotas limpiaran su alma, que no van a doler, la vida le pasa y no sabe qué hacer. A veces la veo pasar por las ruinas de la maestranza sin nada que hacer, allá donde están los fantasmas, donde se siente pertenecer.
A veces veo a Natalia por las viejas ruinas con su caminar etéreo y le pregunto de qué le sirve cuestionárselo todo. Pasan y pasan los trenes, fantasmas del pasado que no la llevan a ningún lado. Va con su mente siempre atenta, rebelde pero atrapada en la misma estación donde pasan las ánimas de otra época que ya desapareció.

Me dice que pronto moriremos y aún no pasa su tren, pero no podemos seguir esperando eternamente sentadas en el andén.

Escrito el 5 de octubre del 2015

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